Los Gobiernos de Joe Biden y de Andrés Manuel López Obrador han llegado a un acuerdo para reactivar el programa Quédate en México, un plan impulsado por el expresidente Donald Trump que obliga a los migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos a esperar a que se resuelva su caso al otro lado de la frontera. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha anunciado este jueves que Washington les comunicó que “atenderá todas las preocupaciones de índole humanitaria” del llamado Programa de Protección al Migrante, rodeado de polémica precisamente por su impacto en los derechos humanos de miles de personas.
El presidente mexicano accedió durante el mandato del magnate republicano, cuya política migratoria estuvo marcada por la intransigencia y la mano dura, a aplicar este plan. Biden lo canceló, lo que supuso una decisión llena de simbolismo porque profundizaba su ruptura con la pasada Administración. Sin embargo, una orden judicial le ha obligado a retomarlo. La reactivación llega después de una negociación que, según la Cancillería mexicana, suavizó algunas de las condiciones de esta medida. Entre ellas, destaca que habrá “mayores recursos para albergues y organizaciones internacionales, la protección para grupos vulnerables, la consideración de las condiciones locales de seguridad y de capacidad de los albergues y de atención del Instituto Nacional de Migración, así como la aplicación de medidas contra la covid-19 como revisiones médicas y la disponibilidad de vacunas para las personas migrantes”. En virtud de esa revisión, señalan desde Relaciones Exteriores, “el Gobierno de México ha decidido que, por razones humanitarias y de manera temporal, no retornará a sus países de origen a ciertos migrantes que tengan una cita para aparecer ante un juez migratorio en Estados Unidos para solicitar asilo en ese país”.
El Departamento de Seguridad Nacional ha informado de que el acuerdo incluye el compromiso de que los procedimientos migratorios terminen por lo general en un plazo de seis meses desde regreso a México de un migrante solicitante de asilo a México. La readaptación del programa contempla también nuevas facilidades para acceder y comunicarse con abogados y establece excepciones para personas “particularmente vulnerables”. “El Gobierno de Estados Unidos”, agrega un comunicado, “trabajará en estrecha colaboración con el Gobierno de México para garantizar que haya refugios seguros disponibles para los inscritos en el programa”. Además, las personas afectadas tendrán derecho a un traslado desde y hacia los puestos fronterizos y, mientras esperan, podrán contar con permiso de trabajo, atención médica y otros servicios básicos en México.
El plan entrará en vigor a partir de la próxima semana a raíz de una sentencia de la justicia estadounidense después de que el Tribunal Supremo de ese país ordenara retomarlo. Con todo, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, había afirmado en varias ocasiones que el programa Quédate en México tenía “fallas estructurales” y “impuso costos humanos injustificables”, restó recursos públicos y personal a otras prioridades de Washington y no abordó las causas estructurales de la migración irregular.
Información de El País
¿Quiere las últimas actualizaciones directamente en su bandeja de entrada? Suscríbase a nuestro boletín en la parte inferior de esta página y sea uno de los primeros en saber sobre cualquier evolución de inmigración de la administración Biden.
El texto anterior tiene fines informativos únicamente y no es un consejo legal. Póngase en contacto con nuestro equipo al [nap_phone id=”TOLL-FREE-CT-NUMBER-2″] si necesita asesoramiento sobre su propia situación migratoria.