Con un llamado al Congreso para que avancen las negociaciones bipartidistas sobre un proyecto de ley que incluye un camino a la ciudadanía dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS) y trabajadores agrícolas esenciales, el presidente Joe Biden encabezó este viernes su primera ceremonia de naturalización en la Casa Blanca.
El mandatario fue anfitrión de un evento en el que 21 inmigrantes se convirtieron en ciudadanos estadounidenses, una oportunidad que la Administración aprovechó para reiterar una política migratoria basada en el compromiso de restablecer un sistema que en los pasados cuatro años fue modificado a golpe de memorandos y órdenes ejecutivas por el gobierno de Donald Trump.
Durante una breve alocución, el mandatario honró a los nuevos ciudadanos y reconoció el aporte de los inmigrantes al país, sobre todo durante la pandemia del coronavirus.
“Los inmigrantes continúan inyectando nueva energía y fuerza a nuestra nación”, dijo Biden. Y precisó que la inmigración “es esencial para la recuperación del país”, que desde marzo del año pasado, al igual que el resto del mundo, se ha visto afectado por la pandemia del coronavirus.
“Necesitamos arreglar el sistema migratorio para levantar a la nación”, indicó. Y aseguró que mantiene su promesa de reforma migratoria.
Conversaciones en el Senado
La reforma al sistema migratorio mencionado por Biden se encuentra en manos del Senado, que tiene en sus manos dos iniciativas de ley aprobados por la Cámara de Representantes el pasado 18 de marzo con el respaldo de ambos partidos.
Ambos planes incluyen una residencia provisional condicionada por 10 años para dreamers, beneficiarios de TPS y trabajadores del campo quienes, al término de ese plazo podrán solicitar la residencia legal permanente (Green Card o tarjeta Verde). Cinco años después serán elegibles para convertirse en ciudadanos estadounidenses por naturalización.
Los proyectos se encuentran en manos de un grupo de trabajo encabezado por los senadores Dick Durbin (demócrata por Illinois) y Lindsey Graham (republicano por Carolina del Sur).
Las iniciativas forman parte de un plan más amplio que incluye a los 11 millones de indocumentados, pero por falta de respaldo republicano se dio preferencia a estos tres grupos. La Casa Blanca no descarta que más adelante este año se avance en la reforma integral prometida por Biden.
Nueva estrategia
La ceremonia, que forma parte de una larga lista de eventos similares con motivo de la fiesta de independencia del 4 de julio, coincidió con el anuncio de una nueva estrategia anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para promover la ciudadanía.
El Departamento dijo que a partir de hoy, la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) “dará un nuevo enfoque” al proceso de naturalización en respuesta a la orden ejecutiva 14012 del 2 de febrero, en la que el mandatario ordenó “restaurar la fe en el sistema migratorio legal y fortalecer los esfuerzos de inclusión para los nuevos ciudadanos estadounidenses”.
“Convertirse en ciudadano de Estados Unidos es un gran privilegio”, dijo Alejandro Mayorkas, secretario del DHS. “Los nuevos ciudadanos, fortalecidos con el poder y las responsabilidades que confiere la ciudadanía estadounidense, hacen que nuestra nación sea mejor”, indicó.
Según el comunicado, la nueva estrategia asegurará que los aspirantes a ciudadanos puedan buscar la naturalización a través de un proceso claro y coordinado”.
Información de Univisión.
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