¡Se le negó su asilo pero logró obtener la residencia permanente a través de su hija ciudadana de los EE.UU.!

| Apr 22, 2022 | Firm News

Desde 2014 hasta 2016, el equipo de Margaret W. Wong en los Ángeles trabajó con una mujer llamada Choyo que vino a los Estados Unidos desde China con una visa B2 en 2001 y se quedó debido al miedo a la persecución religiosa desde que era cristiana.

Choyo pidió asistencia legal antes de venir a nosotros, y su abogado le ayudó a solicitar asilo, pero la reclamación fue negada. En 2004 se emitió una orden de expulsión, por lo que su abogado presentó una solicitud de revisión (MTR por sus siglas en inglés), pero también fue negada. De alguna manera, sin embargo, a lo largo de los años, Choyo logró evitar la deportación.

En 2014, Choyo y su hija, Anna, una joven en sus veintes y quien se hizo ciudadana de los Estados Unidos gracias a su matrimonio, contrataron los servicios de Margaret W. Wong & Associates LLC debido a nuestra reconocida reputación. Durante nuestra consulta inicial, nos enteramos de que Anna se había distanciado de su madre durante muchos años, pero se habían reconciliado recientemente, y Anna ahora quería ayudar a Choyo patrocinándola para la residencia legal permanente.

Les explicamos que para que esto funcione, primero tendríamos que hacer los arreglos para que se ponga fin a su orden de remoción. Le pedimos al Departamento de Seguridad del Estado (DHS por sus siglas en inglés) que acepte reabrir su caso y demostrar que Choyo era digna de tal petición.

Casi todo estaba a su favor, excepto por un par de multas de tráfico, Choyo era muy respetuosa de la ley y miembro activa de su iglesia cristiana. Además, se había reconciliado con su hija, Anna, que era una reportera establecida en el tribunal y muy involucrada en asuntos cívicos.

Por lo tanto, para establecer un trampolín sobre el cual proceder, presentamos una I-130 (petición de pariente extranjero) en la que Anna era la peticionaria y Choyo, la beneficiaria; la cual fue aprobada en enero de 2015.

Unos meses después, la I-130 aprobada fue una base para que el DHS acordara actuar como socio en la presentación de una moción conjunta de MTR para reabrir la orden de Choyo de remoción. El DHS también se unió a la solicitud de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA por sus siglas en inglés) para que desestime, sin perjuicio, el procedimiento abierto para permitir a Choyo realizar el ajuste de la condición con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (“USCIS”). El resultado fue que en octubre, la Junta de Apelaciones de Inmigración acordó conceder la moción y los procedimientos de deportación contra Choyo fueron “terminados sin prejuicios”.

Desde ese punto en adelante, el proceso se desarrolló sin problemas, ya que presentamos una solicitud de Residencia Permanente I-485 en noviembre de ese año y en agosto de 2015, la entrevista del USCIS de Choyo se realizó en San Francisco. Anna acompañó a su madre, y las dos respondieron a las preguntas bastante bien.

Apenas unas semanas más tarde, Choyo abrió su correo y allí estaba su “green card” que ella hizo llamar “la clave para una nueva vida”.

La última vez que hablamos con Choyo, fue a principios de 2020, y ella estaba muy ocupada manejando un vivero que había fundado con el apoyo financiero de Anna y continuó siendo muy activa en las actividades de la iglesia. Además, Anna esperaba a su primer hijo, y Choyo no podía esperar a convertirse en abuela.

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